21 de diciembre de 2015

Iñaki Rodríguez Cueto y el Código Deontológico

Fuente: RES (Eduso.net)
En esta ocasión, poco habitual, quiero agradecer la buena acogida que ha tenido la anteriorpublicación, una entrevista que estuvo dos meses esperando en la retaguardia y dos meses que estuve sufriendo de inseguridad por salirme fuera de eso que llaman “zona de confort”. Parece que el resultado ha sido bueno, pero siendo Alberto quien respondía no cabía duda alguna.

Siguiendo con la resaca que dejó las jornadas celebradas el 2 de octubre, Día Mundial de la Educación Social, en Sevilla, tratemos un tema de vital importancia profesional y tristemente olvidado: la deontología. Este término hace referencia a esos aspectos que construyen la profesionalidad de cada oficio. Como personas educadoras sociales, tenemos que ser, hacer, saber y sentir de una forma distinta a la de otras profesiones. Para poder unificar y establecer unos parámetros comunes, se crearon una serie de documentos que recogían un código deontológico y unos principios éticos profesionales. Lo paradógico en nuestro caso es que, a pesar de que exista estos Documentos Profesionalizadores, creados con la intención de consolidar la Educación Social, no suele hacerse uso de ellos.

Pero no voy a ser yo quien ilustre este tema tan interesante. Es mejor contar con alguien aún más interesante: Iñaki Rodríguez Cueto. Doctor en Pedagogía por la Universidad de Deusto (Bilbao), Iñaki forma parte de la Comisión Deontológica del Colegio Profesional de Educadores/as Sociales del País Vasco desde sus inicios hasta la actualidad. No quiero extenderme más, ya que en esta suerte de entrevista él mismo nos contará pasado, presente y futuro de estos documentos, la ética profesional y el trabajo que se realiza (muy desconocido por lo general). Agradezco enormemente la colaboración de Iñaki, que ha consumido parte de su tiempo en estas fantásticas respuestas.

Desde los orígenes de los congresos de profesionales de la Educación Social se definió la necesidad de hacer un Código Deontológico ¿Costó mucho elaborar ese Código Deontológico, la Definición de Educación Social y el Catálogo de Funciones y Competencias que aparecen en la publicación de los Documentos Profesionalizadores?

A decir verdad antes de los Congresos ya se hablaba de las cuestiones éticas de la intervención socio-educativa; pero siempre a nivel particular, en las Asociaciones Profesionales de Educadores/as Especializados. Preocupaba la falta de referentes éticos profesionales y se funcionaba con los criterios personales, aunque a menudo se discutían en el seno de los equipos de trabajo.

Durante el I Congreso Estatal del Educador/a Social celebrado en Murcia (1995),se expresó la necesidad de contar con un Código Ético y de hecho se llevó a cabo una mesa redonda sobre algunos aspectos éticos esenciales, sobre todo aquellos derivados de la confidencialidad de la información que se trataba en la propia intervención.

En 1996 y fruto de la propuesta que hizo el profesor y catedrático de Pedagogía Social en la Universidad de Deusto, Luis Pantoja (hoy miembro de la Comisión Deontológica del Colegio Profesional de Educadores/as Sociales del País Vasco), se organizó un equipo de educadores/as (entre los que me encontraba) y profesores/as que elaboraron en base a casos prácticos enviados por educadores/as de todo el Estado un documento propuesta que fue debatido en la clase de tercero de Educación Social. Dado que era la primera promoción una parte de los alumnos/as eran profesionales en activo por lo que la discusión fue muy rica en aportaciones. Se trabajo durante un año entero y se redactó un documento denominado “Esbozo de Código Deontológico del Educador/a Social”.

Este esbozo fue presentado en las diferentes Asociaciones Profesionales y en Encuentros y Congresos que se desarrollaron a partir de aquel año. De hecho en 1997 se presentó en el Congreso Internacional de la AIEJI (Asociación Internacional de Educadores de jóvenes inadaptados. A partir de ese Congreso cambió el nombre y pasó a denominarse “Asociación Internacional de Educadores/as Sociales).

Sin embargo, no es hasta el año 2001 cuando se llevó a cabo el III Congreso Estatal de Educación Social y el XV Congreso Internacional de Educadores/as Sociales en Barcelona, donde se abordó el tema de “Ética y Calidad en la Intervención Socio-Educativa”, definiéndose la importancia de ambos referentes en la Educación Social.
Este Congreso marcó un antes y un después en la profesionalización del Educador/a Social y supuso un avance en la utilización de criterios éticos de referencia. En su manifiesto se indicaba, entre otras cosas:

  • Reconocemos la ética como un elemento central de la práctica profesional y manifestamos la necesidad de trabajar para que la ética oriente las acciones cotidianas de forma habitual.
  • Es nuestra obligación definir un marco mínimo de valores de referencia para la profesión desde el que se pueda interpretar la realidad y se puedan definir las características de la práctica: de qué somos responsables y ante quién somos responsables.
  • Entendemos que la reflexión ética es una tarea permanente, de constante actividad creativa.
Las consecuencias de este Congreso fue que ASEDES (Asociación Estatal de Educación Social) creara el 2002 una pequeña comisión formada por Araceli Lázaro (del Colegio catalán) y por mí mismo, con el objetivo de redactar una propuesta de Código Deontológico del Educador/a Social.
No fue difícil saber por donde comenzar. El texto base que se utilizó fue el “Esbozo de Código Deontológico” elaborado en 1996 en la Universidad de Deusto. Durante dos años reflexionamos sobre los principios, normas, derechos y deberes de los educadores/as sociales y los sometimos a debate en las diferentes Asociaciones y Colegios Profesionales emergentes que organizaron seminarios de formación sobre esta temática. Además se contó con un grupo de “expertos” que asesoraron dicho proceso (Toni Juliá, Luis Pantoja, Leonor Ronda de la AIEJI, entre otros...).

Nos dimos cuenta que para ponerse de acuerdo entre los diferentes Colegios y Asociaciones Profesionales había que plantear una ética de mínimos; por esta razón hubo aspectos que en el esbozo estaban muy concretos, pero que en el Código Deontológico se modificaron o desaparecieron. Por ejemplo, todo el apartado de derechos del Educador/a Social no apareció en el documento final.

No fue costosa la redacción, sí lo fue motivar a la participación en el debate. Estábamos convencidos de que un Código de esas características debería ser refrendado por una gran mayoría de educadores/as; sino, no tendría el efecto deseado, ni supondría un avance en la profesionalización de la profesión.

No sabemos si era poco significativo el debate sobre los conflictos éticos o porque resultaba tediosa la aplicación y debate del texto ético, el caso es que fue aprobado en el año 2004 por una asamblea de representantes de Asociaciones y  Colegios Profesionales y presentado, oficialmente, en el Congreso realizado ese año en Santiago de Compostela.

Posteriormente, se abrió un proceso de presentación, debate y posibles modificaciones y se fue presentando en Asociaciones y Colegios profesionales, siempre que se demandaba dicha presentación y se convocó, así mismo, al grupo de expertos para garantizar una redacción aplicable en la práctica profesional en todo el Estado.

Esta etapa duró hasta el Congreso Estatal de Toledo donde fue, finalmente, refrendado y publicado junto con los otros dos documentos profesionalizadores: “Definición de Educación Social” y “Catálogo de funciones y competencias”, en los cuales no participé directamente en su elaboración y, por tanto, no puedo aportar ninguna opinión al respecto sobre lo costoso de su proceso de creación.


La publicación de estos documentos data de 2007, en la celebración del Congreso Estatal de Toledo, y realizado por la Asociación Estatal de Educación Social (ASEDES) en aquel entonces ¿Crees que en algún momento, con el paso del tiempo, sea necesario modificar estos textos?

Muchas veces se ha comentado en el seno de la Comisión Deontológica del País Vasco la necesidad de actualizar el Código Deontológico. Cuando se redactó y se aprobó se hizo con la idea de que fuera un documento dinámico; es decir, que su propia utilización en la práctica profesional traería, consecuentemente, modificaciones y cambios en su contenido de tal manera que fuera adaptándose a la realidad del momento socio-cultural de la intervención socio-educativa.

Sin embargo, esta reflexión siempre finaliza con el convencimiento de cómo modificar algo que se utiliza tan poco. Es decir, debemos volcarnos en la formación ética y deontológica del educador/a de tal manera que el Código Deontológico sea, no sólo conocido por todos los educadores/as sociales, sino, también, que sea utilizado. Una vez que llegue este momento se podrá definir los cambios a introducir en el mismo.

La opinión de la Comisión que coordino es que a pesar del tiempo transcurrido, cualquier conflicto ético encontrará un matiz reflexivo en el Código Deontológico que le oriente en su tarea educativa.


Actualmente, ¿qué trabajo se realiza y desde dónde relacionado con el Código Deontológico? ¿Cómo podemos consultar los informes de resultados a estudios que hacéis?

La Comisión de ética y deontología del Colegio de Educadores/as Sociales del País Vasco se creó justo el año en que se aprobó definitivamente el Código Deontológico en 2007. Después de pasar por diferentes etapas podemos afirmar que a día de hoy es una Comisión consolidada y con un trabajo constante, tratando de dar respuesta a las demandas que los colegiados/as nos hacen llegar en referencia a los conflictos éticos que aparecen en el quehacer educativo.

Estas respuestas se articulan desde la orientación que ofrece el Código Deontológico; por tanto, no respondemos con decisiones, sino más bien con propuestas orientativas que, luego, el educador/a tomará o no en consideración para incluirlas en su reflexión educativa.

Respondemos tanto a colegiados/as, como no colegiados/as. Entendemos que esto puede motivar a aquellos/as indecisos a colegiarse, a trabajar por la profesión. No solamente atendemos a la demanda de orientaciones sobre los conflictos éticos. En estos últimos años hemos trabajado en diferentes direcciones.

  • En formación, explicando los conceptos éticos del Código Deontológico, así como su practicidad en la intervención socio-educativa. Esta formación se ha extendido tanto a colegiados/as, como en la propia Universidad.
  • En formación universitaria, dando charlas y talleres sobre el Código y el trabajo de casos prácticos al alumnado de Educación Social de la Universidad del País Vasco y la Universidad de Deusto. Incluso llevando a cabo formación del profesorado de Educación Social de la Universidad del País Vasco. Experiencia que resultó altamente satisfactoria. Esta acción se volverá a repetir en febrero de 2016 en la Universidad de Islas Baleares. La idea central es que por mucho que el alumno/a asista a este tipo de charlas dadas por profesionales, no cabe duda que es el profesor/a el que convive a diario con él y le puede transmitir de forma continua los valores éticos de la profesión.
  • En formación a empresas del tercer sector e Instituciones públicas. Allá donde el educador/a esté trabajando, tratamos de llegar a través del propio organismo contratante para ofrecer formación sobre el Código Deontológico.
  • Organizando Seminarios de formación para la propia Comisión y Colegio del País Vasco. En este sentido, se han llevado a cabo los siguientes:
    • Conceptos éticos y debate público. Ante la situación actual qué fuentes teóricas nos ofrece la ética que nos ayude a reflexionar en la tarea educativa.
    • Sobre la obligatoriedad de estar colegiado. ¿Cómo construir profesión? La responsabilidad del Colegio Profesional ante la actuación de los educadores/as sociales…
    • Sobre las agresiones a educadores/as sociales. Hace dos años saltó a los medios de comunicación a agresión sufrida por una educadora en un equipamiento de acogida de inmigrantes. Este hecho nos hizo pensar en la necesidad de abrir un espacio a la reflexión lo cual motivó que nos llegaran más casos de agresiones, no denunciadas y la mayor parte de las veces asumidas como una parte del trabajo del educador/a. Este Seminario ha desembocado en la organización de una jornada abierta a educadores/as celebrado en febrero de este año donde se ha constatado esta problemática y se ha debatido cómo prevenirla.
    • El último Seminario desarrollado en el mes de octubre ha sido: “Una reflexión crítica del Código Deontológico del Educador/a Social”. Finalmente, nos hemos decidido a reflexionar y proponer cambios que modifiquen el actual Código…, seguimos en este proceso reflexivo.
  • Alentando la creación y/o mantenimiento de Comisiones Deontológicas en los Colegios Profesionales de Educadores/as Sociales en el Estado español. Esta propuesta nace del propio Consejo de Colegios y demanda a la Comisión de Ética y Deontología del País Vasco que lleve adelante este proceso de orientación y creación de comisiones. Esto ha supuesto visitar Colegios que así lo solicitaban para apoyar dicha creación. Se ha establecido contacto con la mayor parte de los mismos y ha sentado las bases para la organización de un gran Encuentro Deontológico celebrado en Bilbao en febrero de este año. El éxito de este encuentro nos hace pensar en convocar anualmente encuentros parecidos con temáticas de interés ético.
  • Llevando a cabo investigaciones. Aunque tenemos una estrecha relación con la Universidad del País Vasco, estamos tratando de establecer una línea de investigación con la misma que facilite la elaboración de trabajos sobre los diferentes aspectos de la intervención. De hecho, la cuestión de las agresiones a educadores/as se está valorando como ponerla en marcha. Otras investigaciones se han llevado ya a cabo como, por ejemplo, la denominada “Conocimiento y utilidad del Código Deontológico del Educador Social”.
Todos los materiales que se han ido elaborando se han colgado de la página web del Colegio del País Vasco y, creo que, también en el portal de la Educación Social (EDUSO). También, en este sentido se está viendo la manera de publicarlos a través de otros medios…

En la conferencia que diste en las pasadas Jornadas de Sevilla dijiste que un 70% de las Educadoras Sociales y los Educadores Sociales no hacen uso del Código Deontológico y se guían antes por la ética personal que por la profesional ¿Cómo afecta este hecho a la Educación Social en su conjunto? ¿Y a cada profesional?

Uno de los grandes retos a los que nos enfrentamos los educadores/as sociales es a cómo construir profesión; es decir, debemos encontrar la forma de profesionalizar la profesión y esto se puede hacer a través de los Colegios Profesionales.

Si bien es cierto que nacimos en el voluntariado, también lo es que el ser profesional nos debiera obligar a utilizar los mecanismos profesionales que otras profesiones ya tienen asumido. El voluntariado nos obligaba a nivel personal y nos comprometía desde nuestra voluntad. En estos momentos, el educador/a parece actuar de la misma manera, por un compromiso personal que hace que adoptemos posturas personales ante los problemas humanos con los que trabajamos y, por ello, la ética personal se impone de manera sistemática a cualquier otra posible opción. Creernos la profesión de educador/a social supone un cambio de pensamiento: del compromiso personal al compromiso profesional, identificarnos como profesionales, utilización de los mecanismos profesionales, dar valor a nuestra acción educativa profesional.

Desde este punto de vista debiéramos obligarnos a estar colegiados y aquí aparece un segundo reto: construir un Colegio profesional, no al uso, donde el que se apunta tiene una serie de ventajas y beneficios; sino, un Colegio Profesional donde la participación del educador/a social facilite la identidad profesional y, por tanto, el educador/a se sienta favorecido como educador/a social.

Todo esto no quita un ápice la gratuidad en determinados momentos de la profesión o la flexibilidad horaria; pero que debe compensarse con el valor que esto significa. Por ejemplo, si tengo que estar una hora más en el trabajo por determinado motivo de mi compromiso profesional, también tendré que tener facilidad para participar en encuentros, jornadas y reuniones formativas y/o colegiales dentro de mi espacio laboral…, estamos hablando de que estas acciones convienen al trabajo profesional…


No hace mucho leí un comentario en Facebook diciendo que eso de “Documentos Profesionalizadores” desvirtúa a la Educación Social como una profesión no consolidada ¿Qué opinas al respecto? ¿Somos los “nuevos” todavía?

En comparación con otras profesiones, por supuesto, seguimos siendo “los nuevos”, si tenemos en cuenta el año de publicación de la Diplomatura de Educación Social en 1991, han pasado veinticuatro años. Es positivo pensar todo el camino que aún queda por recorrer y en esta senda no sólo serán necesarios los “Documentos Profesionalizadores”, sino, más documentos que permitan avanzar a la profesión hacia su objetivo que no es otro que mejorar la vida de las personas, tanto a nivel personal, como colectiva y donde el aprendizaje se dé en ambos sentidos, tanto en la población a la cual dirigimos nuestra intervención, como al propio colectivo de educadores/as sociales.

Por tanto, debiéramos tomar conciencia de que somos constructores  y expertos en relaciones humanas y que debemos situarnos, hoy en día, en una “ética de la resistencia” para mejorar la convivencia humana. Esto supone una mirada crítica en nuestro quehacer profesional y una coherencia y responsabilidad que nos invita a aprender para cambiar... Si hablamos de consolidación, considero que se ha consolidado la formación universitaria y, también, se va consolidando la imagen del educador/a social en la sociedad.

Como profesión queda recorrido por hacer, entre otras cosas hay que escribir más, ya sabemos que el educador/a es un “activista”; pero habrá que buscar más espacios profesionales para la reflexión y que ésta quede plasmada por escrito y publicada para que pueda llegar al resto de educadores/as. Este camino habrá que disfrutarlo y trabajarlo.


Para finalizar Iñaki, aun no conocemos el programa del VII Congreso Estatal pero, ¿te veremos de nuevo por Sevilla?

Sí, parece ser que estaré de nuevo en Sevilla para el Congreso Estatal en el mes de abril de 2016. Para mí será un placer volver y encontrarme con todos/as vosotros/as, ni que decir tiene que constituye una fuente de aprendizaje inmensa y, por tanto, quisiera expresar mi agradecimiento ante la confianza puesta en mí…

11 de diciembre de 2015

Compartiendo experiencias

Un mes justo. Solo un mes nos queda para poder realizar el formulario de presentación de experiencias. Si alguien ha visto el programa del VII Congreso Estatal de Educación Social tal vez se haya fijado de que el viernes 22 de abril desde las 18:30 hasta las 20:00 hay un espacio reservado para intercambio de experiencias. Se define como un espacio en el que se celebrarán encuentros eminentemente prácticos donde las autoras y los autores quieren abordar una temática concreta relacionada con el Congreso, desde una metodología dinámica y participativa.

Este hueco de una hora y media resulta muy interesante. Al igual que con las comunicaciones se dan a conocer nuevas vías de trabajo y pensamiento pero si las comunicaciones se plantean en un ambiente más teórico o incluso académico, este intercambio de experiencias presenta ese contrapunto en la necesidad de ser totalmente práctico (que no digo que las comunicaciones no hagan alusión a temáticas y situaciones totalmente tangibles, pero no es totalmente necesario que así sea).

Ya lo decía Iñaki Rodríguez en su intervención del 2 de Octubre en Sevilla que parece que no somos capaces de parar y reflexionar, pensando que lo que debemos es hacer es no parar, mantener la actividad continuamente. Pues es este el momento de dar la vuelta a esa costumbre que nos generamos. No paramos a escribir porque entendemos que siempre tenemos que estar haciendo algo. Si eres una de esas personas presenta una experiencia, que seguro tienes muchas que contar. Aprovecho esta pequeña mención para adelantar que en la próxima publicación Iñaki Rodríguez Cueto nos hablará sobre los Documentos Profesionalizadores en una entrevista que ha tenido el gusto de concederme.

Los criterios para realizar la presentación de experiencias son los siguientes:
  • El VII Congreso Estatal de Educación Social ofrece un espacio de presentación de experiencias practicadas en el entorno laboral en el que los/as autores/as podrán compartir las mismas.
  • Las experiencias se presentarán según los presentes criterios junto con el modelo de presentación de experiencias, para que puedan ser valoradas por Comité Científico quién determinará la aceptación de las mismas, comunicándose dicha resolución antes de 15 de febrero de 2016.
  • Las experiencias deben ser presentadas con una extensión máxima de 10 folios, en Times New Roman, 12 puntos interlineado.
  • En la experiencia presentada deben aparecer como mínimo, los contenidos que se especifican en el modelo de presentación de experiencias.
  • Las experiencias deben ser enviadas a secretaria7congreso@eduso.net antes del 11 de enero de 2016, indicando en el asunto “Experiencias”.
  • El plazo de recepción de experiencias finaliza el 11 de enero de 2016.
En este enlace se puede descargar el archivo PDF editable para posteriormente. Para poder rellenarlo previamente es necesario descargarlo en nuestro ordenador y luego guardarlo con toda la información.

Por último, espero seamos muchos los que nos animemos a presentar una experiencia pero hago especial llamamiento a aquellos que no suelen presentar nada. No sirve de nada que siempre sean “los mismos” los que hablan. Se hacen grandes cosas por todo el territorio español aunque las consideremos peuqeñas. Queremos ver, sentir y nutrirnos de lo que podemos aportar por muy minúsculo que lo considere. Tenemos una oportunidad maravillosa de aportar a la profesión.

2 de diciembre de 2015

Preguntando a Alberto Fernández de Sanmamed

Fuente: RES (Eduso.net)
Personalmente, esta publicación tiene un valor enorme. Para empezar es la primera vez que realizo un post de estas características, una entrevista. Estoy seguro que verán carencias en la calidad de las preguntas, pero no soy comunicador y realizar una entrevista que no sea para un informe no es algo que sepa hacer. Pero en segundo lugar, no podía haber una mejor primera vez y estoy seguro que la calidad de las respuestas si será la acertada.

Continuando con las Jornadas del 2 de Octubre, Día Mundial de la Educación Social, y el camino hacia el VII Congreso Estatal que hacemos en este blog, ha sido una suerte toparse con Alberto Fernández de Sanmamed, que preparó una presentación muy interesante sobre la historia de estos eventos (tema que trataremos en este blog). Y aunque no pudo asistir, su buen amigo y gran compañero Rafael López habló por él. La suerte ha sido que aún no pudiendo coincidir físicamente, Alberto ha realizado un esfuerzo al que le estoy muy agradecido por coincidir virtualmente y concederme la oportunidad de preguntarle algunas cosillas en relación al tema que siempre está presente en estas entradas, aunque por supuesto se le podrían preguntar muchas más cosas.

¿Y quién es Alberto Fernández de Sanmamed? Seguro que alguien se cuestiona que tiene de interesante esta persona. Esta persona ha sido el primer presidente que ha tenido el Consejo General de Colegios de Educadoras y Educadores Sociales (CGCEES), y lo ha sido hasta bien poco. Historia viva se podría decir, una historia volcada en el reconocimiento e impulso profesional de nuestra profesión. Y son muchas las cosas que le debemos a él y los que tenía a su lado. Pieza clave en la creación del Colexio de Educadoras e Educadores Sociais de Galicia y del CGCEES entre otras organizaciones y actualmente pertenece a la Comisión Mixta del VII Congreso Estatal de Educación Social. Aunque él no necesita presentación, sus palabras bastan. Pasemos a ellas.

¿Cómo definirías tu paso por la Presidencia del CGCEES?

Fue el espaldarazo al trabajo realizado en Galicia en muy pocos años. Poco antes éramos una pequeñísima asociación a nivel estatal con muy poca fuerza. En pocos años fuimos capaces de situarnos en la sociedad gallega con peso y lograr ser el segundo colegio del Estado.

Una organización implicada desde el primer momento en ser solidarios con el resto de los territorios en lo que llamamos “efecto dominó”, en que unos se apoyaban en los otros para crecer.

Esta apuesta y, por qué no decirlo, mucho trabajo nos llevó a que las compañeras del resto del Estado confiaran en nosotros para, ni más ni menos, que poner en marcha el Consejo Estatal, el máximo órgano de representación a nivel estatal e internacional.

Como gallego y como educador no puedo más que estar reconocido a las otras entidades por permitirme impulsar en primera línea este increíble reto.

 

Han sido muchos años y experiencias, ¿pero qué destacarías?

Evidentemente las personas, después de tantos años uno sabe que esto es lo realmente importante ya descubres que muchas y valiosísimas personas están dedicando mucho esfuerzo, mucho tiempo personal, que deben quitar a familias y aficiones, para dedicarlo a esta profesión. Además y como “premio extra” muchas y muchos de ellos son ya amigos personales.

Por destacar algo negativo la dificultad que en muchos casos tuvimos y  tenemos, de lograr que las administraciones, los medios de comunicación y la sociedad en general entiendan que los Servicios Sociales en general y la Educación Social en particular tienen una extrema importancia, es una profesión necesaria y útil. Incluso a nivel económico, eso que tan poco nos gusta a las y los educadores, es una inversión que mejora la sociedad y evita gastos en reparar daños sociales mucho mayores.


¿Cuál ha sido tu papel en los anteriores congresos? ¿Y en el próximo en Sevilla?

Creo que he tenido la suerte y el privilegio de estar en muchos congresos en papeles muy diferentes. Desde Madrid como un congresista más, aunque ya como presidente de la Asociación de Galicia y colaborando con Federico Armenteros que era el Presidente de FEAPES en aquel momento; pasando por Barcelona donde asistí ya como presidente del Colegio Gallego y pude comprobar por un lado el respeto que las y los compañeros de Cataluña tenían a nuestro proceso, así como descubrir la importancia que nuestra profesión tenia a nivel Internacional con el reconocimiento que la AIEJI realizó a nuestro proceso estatal.

Toledo significó la consolidación de la organizacional estatal, la presentación de Consejo y a nivel personal asumir la presidencia, cosa que como ya dije es un honor para el Colegio de Educadoras y Educadores Sociales de Galicia  y para mí. En ese Congreso Flor Hoyos como Presidenta de ASEDES me entregó un barquito de papel que a su vez  le diera simbólicamente Federico al traspasar la presidencia de FEAPES.  Desde aquel momento asumí que el barco tenía que ir creciendo y sobre todo ir a buen puerto, cosa que para los gallegos es muy importante.

Valencia fue un reto, organizar con las y los compañeros del Colegio de Valencia, en uno de los momentos sociales de mayor dificultad, con la ciudadanía pasándolo cada vez peor gracias al desmantelamiento del incipiente Estado de Bienestar producido con la excusa de la crisis. Un contento inimaginable cuando al final todo salió creo que muy bien y aprobamos la Declaración de Valencia comprometiéndonos como profesión con la ciudadana.

En Sevilla tengo el placer de estar en el Comité Organizador como representante del Consejo General, intentando que el Congreso sea el de todo el Estado y no solo de Andalucía. Pese a dejar hace poco mis cargos orgánicos agradezco al Consejo me deje colaborar en algo que me entusiasma como es continuar este camino de reunirnos cada 3 o 4 años a reflexionar, a crecer.


Como asistente a todos los Congresos, ¿recuerdas algún momento en especial que marcara un antes y un después? ¿Y alguna anécdota curiosa?

Como dije, todos son muy importantes pero sinceramente creo que el reconocimiento y el valor que reconoció la organización internacional a nuestro proceso fue un espaldarazo que permitió que nosotros mismos valoráramos la importancia del lo que estábamos construyendo.

Por supuesto no me puedo olvidar de la aprobación del Código Deontológico en Santiago, de los documentos profesionalizadores en Toledo, la Declaración de Valencia y tantos otros de relevancia para nuestra profesión.

Anécdotas son incontables, desde la búsqueda de trajes distintos para Federico en Madrid, el compartir los últimos momentos míos con Toni Julìa, charlando de todo lo divino y lo humano en Santiago; el buscar con María José Fernández a los últimos rezagados en la cena de Santiago ( alguna y alguno se perdieron), el ver a Máximo Sayago, que tanto cariño me demostró en Valencia,  ponerse por fin una corbata para estar con los políticos, los grandes momentos compartidos repartiéndonos tareas con mi amigo Rafael López en tantos sitios y a altas horas...


¿Qué esperas de Sevilla 2016? ¿Por qué hay que ir?

Tanto a nivel personal como institucional espero muchísimo, el momento es complicado para las profesiones gracias a la liberalización que nos están vendiendo como “facilitar la movilidad” pero que, a mi juicio, esconde una desregulación para abaratar costes y bajar la calidad de los servicios. Esto nos obliga a reflexionar qué papel queremos jugar como colectivos y como organizaciones.

El esfuerzo que está haciendo la Asociación de Andalucía (CoPESA) y la implicación del Consejo General y el resto de los Colegios, permitirá el intercambio, el ver experiencias, participar en talleres prácticos y lo más importante fijar las líneas de futuro.

Para mí la asistencia es de máxima importancia, es vital que nos posicionemos que vean la fuerza de una profesión que apuesta por la ciudadanía.
Además permitirá conocer y compartir con muchas compañeras y compañeros que tienen problemáticas parecidas a las nuestras y encima estoy seguro de que lo pasaremos muy muy bien, Sevilla en Abril, un lujo.


Gracias.


¿Gracias? Gracias a ti maestro.