2 de octubre de 2015

Día Mundial de "Marys Poppins"

Hoy estamos de celebración. El 2 de Octubre de cada año se celebra el Día Mundial de la Educación Social. Recuerdo hace ya mucho una vez que leí en el blog de Sera, Educador Social en Alaska, que lo de los días internacionales son una tontada. No recuerdo bien el post ni las palabras que usó, pero en parte estoy de acuerdo con él. Hoy quien se sienta como en el Día del Padre y espere que le lluevan felicitaciones y alguna manualidad realizada por la ocasión lo lleva claro. No es un día para sentirse importante ni especial, pero la pasta de la que está hecha las personas educadoras es otra bien distinta. Nunca buscan reconocimiento ni halagos ni un “enhorabuena por tu trabajo” o “felicidades que hoy es vuestro día”. Si este día fuera para eso si es una tontería.

Pero el motivo, o al menos en lo que se ha convertido, la celebración de este día no es sentirse orgulloso, es la visibilización. Nuestra profesión no llega ni a los veinticinco años y eso hace que la sociedad, el conjunto completo de la población, todavía no nos conozca en su plenitud. Es más, lo que nos sorprende es cuando la gente sabe que es la Educación Social. Nos impacta y nos ilusiona cuando en un momento de ociosidad ponemos la televisión y vemos en algún concurso colegas de profesión. Ese momento mágico que la persona que tiene al lado dice eso de “¡Anda! Educadora Social ¡Como tú!”, que suena un poco a por fin encuentras a alguien que hace lo mismo que tú. Porque esa es otra, la eterna pregunta, eso de “Educador… ¿y qué hace un educador?”. Por favor, si alguien sabe la forma de responder a esa pregunta en treinta segundo que es justo el tiempo antes de que pierdan el interés, que me lo digan. Y no los culpo, aunque lo pueda parecer.

Que los demás no sepan qué labor se realiza en Educación Social es responsabilidad nuestra. Debemos apuntarnos el tanto. No hay asignatura todavía en ninguna universidad de España que en su programa vengan apartados temáticos del estilo “Explicación de la profesión en términos no teóricos”, “Cómo evidenciar la diferencia entre Trabajo Social, Grado Social y Educación Social en una conversación” o “Educación de Adultos: Lograr que nuestros progenitores recuerden qué hace su descendiente”. Y claro, sin esto tampoco puede haber docentes universitarios que respondan a estas cuestiones en una sola diapositiva. Es más, la mayoría de ellos no son Educadores Sociales. La literatura al respecto la Educación Social la escriben otros. En definitiva: no se nos prepara para enfrentarnos al desconocimiento de la ciudadanía y no nos hemos puesto de acuerdo previamente en lo que decir. Tal vez lo proponga para el VII Congreso Estatal, en base a los documentos profesionalizadores, propuesta de definición de la dedicación de la Educación Social en término coloquial.

Este día es para eso, para darnos a conocer, para explicar qué hacemos y por qué. Visibilizar la labor de miles de profesionales que están ahí, al pié del cañón y que nadie reconoce por lo que hace, Educación Social. Más que un día para sentirse orgullosos, es un día de orgullo, como lo es el 28 de junio para el colectivo LGTB. Promoción y proclamación de la Educación Social.

El objetivo está claro, la visibilización ¿Cuál es el medio? Las redes sociales, que estarán muy activas durante todo el día (de hecho el año pasado conseguimos que #EdusoDay2014 fuera trending topic) y distintos actos conmemorativos. En mi caso me encontraréis todo el día de hoy en los que se realizan en Sevilla. Espero poder compartir el día con más compañeros e inmortalizar el momento con alguna fotografía. Ya os contaré que tal todo lo que ocurra, que entre otras cosas hoy conoceremos el fallo del jurado de la 3ª Edición del Concurso de Proyectos Socioeducativos “Memorial Toni Julià”.

¡Se me olvidaba! Después de las vueltas que le he dado a eso de que por una parte aun somos desconocidos para muchos y por otra no sabemos definirnos de forma breve y sin tecnicismos. Con frecuencia mis conversaciones son así:

-¿Y en qué trabajas?
-Soy Educador Social.
-Ah… ¿Y eso qué hace?
-Se puede trabajar con multitud de colectivos, en muchos ámbitos distintos, normalmente bajo un proyecto que nace de analizar las necesidades de los participantes, siempre con el objetivo último de conseguir la autonomía personal en estas personas, dotándolas de las herramientas para hacerlos protagonistas de su propio cambio.
-Vale, vale… No lo entiendo bien.
-Un Educador Social es como Mary Poppins.
-¿Cómo?
-Sí, sí. Somos Marys Poppins. Como la de la película. No se sabe de dónde viene, pero no importa. Ella va a donde se le necesita y están dispuestos a dejarse llevar. No va a ayudar, no es una voluntaria, sabe muy bien lo que hace y por qué lo hace. Se mueve en un mundo semimágico, entre lo posible y lo imposible, porque es necesario creer en algo para conseguirlo. Siempre le rodea un aura de positivismo y buen rollo, porque no hay mejor manera de educar que desde la cercanía y el buen ambiente. Su forma de trabajar no es la tradicional, es distinta, novedosa, no es lo que puede esperarse de otra persona, pero tiene mejor efecto. Y cuando consigue su objetivo, mejor dicho, cuando la familia logra el cambio que necesitaba, se va, sin despedirse, porque no es necesario el reconocimiento ni que la recuerden, su labor ha terminado y debe desaparecer porque nunca permitiría que nadie dependiera de ella.
-Qué gracia… Mary Poppins dice…

No hay comentarios:

Publicar un comentario